Miami se consolida como un punto estratégico para el Programa de Inmigrantes Inversionistas EB-5, que ofrece la posibilidad de obtener residencia en Estados Unidos a quienes inviertan alrededor de un millón de dólares en proyectos generadores de empleo.
El alcalde Francis Suárez, con respaldo de empresarios latinos, ha destacado que este programa es una oportunidad para atraer capital extranjero y crear nuevas fuentes de trabajo. Según recordó, el EB-5 lleva años vigente y se ha convertido en una herramienta importante para impulsar la economía local.
Cada año, el programa concede unas 10.000 visas a nivel nacional, siempre que las inversiones generen al menos diez empleos. En el caso de Miami, se busca captar especialmente a inversionistas latinoamericanos, aprovechando el Mes de la Hispanidad como una plataforma para fortalecer vínculos y fomentar nuevas oportunidades de negocio.
En el panorama político, el presidente Donald Trump ha planteado medidas mixtas: por un lado, propone endurecer la política migratoria, y por otro, sugiere beneficios como la llamada “tarjeta dorada” para grandes inversionistas. También ha mostrado apoyo a empresas extranjeras interesadas en transferir conocimiento y capacitación a trabajadores estadounidenses.
Empresarios locales, como Santiago Vanegas, fundador de Grupo Habitat, ven en esta dinámica una oportunidad para ampliar la creación de empleo. Vanegas subrayó que algunos de sus proyectos en Miami podrían generar hasta 400 puestos de trabajo, suficientes para respaldar decenas de solicitudes de visas EB-5.
Con estas iniciativas, Miami no solo busca atraer más inversión internacional, sino también consolidarse como uno de los principales centros de negocios de Estados Unidos. Actualmente, la ciudad figura entre las diez mejores urbes para empresas a nivel nacional, mientras que Florida ocupa el sexto lugar en actividad económica impulsada por inversión extranjera.
