La urgencia de tener a sus hijos consigo lleva a los inmigrantes a pagar a “coyotes” para asegurar que crucen la frontera, aunque sean detenidos por autoridades migratorias, a pesar de que eventualmente esos menores se reunirán con sus progenitores, éstos podrían enfrentar serios problemas legales más adelante.
Juan José Gutiérrez, director ejecutivo de One Stop Immigration reveló que siempre explican a los inmigrantes las implicaciones legales de sus acciones.
“Tratamos de explicarles a las personas, decirles que en el futuro pueden tener consecuencias”, dijo.
Agregó que la urgencia de los padres de sacar a su niño de un posible peligro en su país o de carencias es mayor que las preocupaciones del futuro legal.
Gutiérrez explicó que el problema podría llegar a los padres cuando acudan al consulado de EE.UU. en sus países, donde deberán terminar algún proceso de migración legal, donde deberán explicar cómo ingresaron al país.
“Durante la entrevista le van a preguntar cómo entró al país y cómo entró a Estados Unidos… (Cuando descubran que) el mismo ‘coyote’ que trajo a los padres trajo a los hijos, a los adultos los pueden acusar de haber colaborado o pagado al traficante de personas”, indica.
Eso significa que la posibilidad de obtener una “green card” se esfumará, pero los peores casos serán si los padres son enviados a prisión, debido a que esa acción desesperada es considerada un delito.
Gutiérrez recomendó a los padres no pagar a “coyotes” para que lleven a sus hijos a EE.UU.