Los cruces de inmigrantes en la frontera suroeste de Estados Unidos han experimentado una caída significativa en marzo, alcanzando los 7.180, la cifra más baja registrada hasta la fecha. La Casa Blanca ha atribuido este descenso a las políticas migratorias implementadas, resaltando su efectividad en el control de la frontera.
La Patrulla Fronteriza de EE.UU. calificó esta reducción como un hito sin precedentes, luego de que en febrero se reportaran 8.347 cruces, una cifra considerablemente menor a los 29.101 registrados en enero tras el cambio de gobierno del presidente Joe Biden.
Si se compara con marzo de 2024, cuando se documentaron 137.480 cruces, la diferencia es aún más notable. Ante el aumento de detenciones en la frontera, la administración Biden adoptó medidas restrictivas en el acceso al asilo, estrategias que continúan vigentes.
Además, las detenciones diarias en la frontera suroeste han disminuido a aproximadamente 230 por día, una cifra sin precedentes según las autoridades migratorias. Este descenso refleja el impacto de las estrategias de control implementadas.
Tom Homan, zar de la frontera de EE.UU., subrayó que en sus más de 40 años de servicio en la Patrulla Fronteriza, nunca había presenciado cifras tan bajas en un solo mes.
Por su parte, Pete Flores, comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), destacó que las recientes políticas han otorgado a los agentes fronterizos mayores facultades para frenar la inmigración ilegal.
En línea con estos esfuerzos, en marzo CBP firmó nuevos contratos para continuar la construcción del muro fronterizo, una estrategia clave para reforzar la seguridad en la frontera.
