Diversas organizaciones de derechos civiles en Chicago anunciaron que lograron un importante avance legal tras la retirada de las fuerzas federales asignadas a la operación migratoria conocida como Midway Blitz, impulsada durante la Administración de Donald Trump. Los demandantes informaron que, con la salida del equipo dirigido por el comandante Gregory Bovino, ya no era necesario continuar con el proceso judicial presentado contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
David B. Owens, profesor de Derecho en la Universidad de Washington y director de la Clínica de Derechos Civiles y Justicia, afirmó que la comunidad obtuvo una victoria “el mismo día en que las fuerzas abandonaron la ciudad”. Según explicó, los residentes de Chicago resistieron lo que describieron como una estrategia de intimidación y demostraron que su ciudad no era el lugar para ese tipo de acciones.
El Chicago Headline Club, una de las organizaciones involucradas en la demanda, también celebró el resultado al considerarlo un logro significativo para la libertad de prensa. La entidad señaló que, con la reducción de la presencia de agentes del ICE y de la Patrulla Fronteriza, el litigio perdió su razón de ser.
La demanda original fue presentada el 6 de noviembre, tras los incidentes en un centro de ICE ubicado en Broadview, donde manifestantes y periodistas denunciaron el uso de gases lacrimógenos y dispositivos químicos. Estos hechos motivaron que la jueza federal Sara Ellis emitiera un extenso dictamen en el que limitó el uso de fuerza y documentó múltiples episodios de agresiones injustificadas, además de señalar inconsistencias en declaraciones de funcionarios del DHS.
La reverenda Abby Holcombe, también parte del litigio, destacó que el proceso sirvió para exigir responsabilidades y para que las comunidades quedaran fuera del alcance de operativos agresivos. No obstante, lamentó el impacto emocional y social que dejó la operación. Mencionó que numerosos vecinos fueron detenidos sin el debido proceso y que muchos menores quedaron afectados por el clima de temor generado.
Los abogados del caso sostuvieron que Midway Blitz no representaba un esfuerzo legítimo por aplicar la ley migratoria, sino una estrategia destinada a normalizar tácticas de fuerza extrema en las calles del país. Aseguraron que la comunidad demostró que estas prácticas pueden ser enfrentadas y que es fundamental mantenerse alertas ante futuras acciones que puedan afectar la estabilidad y seguridad de los barrios.
