Un centenar de inmigrantes, entre ellos mujeres y niños, han hecho de las instalaciones del aeropuerto Logan de Boston un campamento donde resguardarse y, durante la noche, el piso del recinto es utilizado como una improvisada cama para tratar de reposar durante algunas horas.
La cadena de televisión CBS News difundió algunas imágenes donde se observan varias filas de personas durmiendo en el suelo.
Todo esto se debe a que, desde noviembre, los refugios con los cuales cuenta Massachusetts para recibir inmigrantes alcanzaron su máxima capacidad al recibir a 7,500 familias.
Aunque, el estado todavía no figura en el itinerario planteado por Greg Abbott, gobernador de Texas, para enviarle autobuses repletos de indocumentados, los problemas que llegan a enfrentar los inmigrantes en otras ciudades santuario los orilla a moverse hacia destinos en el país menos acostumbrados a brindarles apoyo.
Maura Healey, gobernadora de Massachusetts, le ha solicitado al gobierno federal $250 millones de dólares adicionales en fondos para enfrentar el problema migratorio.
Mientras tanto, la demócrata de 52 años ha tratado de establecer una dinámica con los directivos de aeropuerto Logan y con la policía estatal para que brinden apoyo a los inmigrantes que lo requieran.
En este sentido, el aeropuerto trabaja con algunos socios dedicados a transportar inmigrantes a los centros donde cuenten con las condiciones básicas de albergue.
“El aeropuerto ha sido un socio maravilloso. Quiero agradecer a la gente del aeropuerto que está haciendo un trabajo maravilloso, incluidos los miembros de la policía estatal que trabajan en sus turnos habituales, pero que gestionan la entrada y salida de personas del aeropuerto”, señaló la mandataria estatal.
Las autoridades de Massachusetts estiman que las secuelas generadas por la inmigración podrían implicarle a su presupuesto hasta $915 millones de dólares al concluir este año.