El expresidente Donald Trump propuso en 2017 imponer un impuesto a las remesas que envían los inmigrantes a sus países, aunque su plan no prosperó entonces, al menos otro aspirante presidencial retoma la idea.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló en el tercer debate presidencial, realizado en Miami, que impondría un impuesto al envío de remesas que los inmigrantes mandan a sus familias, como una estrategia de su política migratoria.
“Impondremos tarifas a las remesas que los trabajadores extranjeros envían a países extranjeros que ya ascienden a miles de millones de dólares”, dijo DeSantis cuando fue cuestionado sobre la frontera con México. “Construiré un muro, pero vamos a designar a los cárteles, Organizaciones Terroristas Extranjeras o algo similar y vamos a autorizar el uso de fuerza letal”.
No hay claridad sobre el monto que se destinaría, pero Trump había sugerido 2% sobre cada transacción.
Cabe recordar que los inmigrantes pagan algún porcentaje, dependiendo de la empresa, para la transferencia de dinero a sus familias.
Un impuesto del 2% para alguien que envía $500 dólares al mes a sus familias representarían $120 dólares anuales.
Los inmigrantes de México, Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Honduras serían afectados con ese impuesto.
La idea de cobrar impuestos a las remesas no es exclusiva del expresidente Trump ni del aspirante a la Casa Blanca, DeSantis, ya que en agosto del 2022, el representante Kevin Hern (Oklahoma), propuso el proyecto de Ley WIRED (Retención de Ingresos Ilegales en los Mercados de Drogas).
El plan del impuesto de 5% combina un frente con las remesas y el dinero transferido a otros países que se asume es del narcotráfico, aunque expertos en remesas han señalados que la transferencia de dinero se revisa hasta en cinco ocasiones antes de arribar a su destinatario.