Los arándanos no solo son el refrigerio perfecto para un aumento rápido de energía, sino que gracias a la abundancia de antioxidantes que contienen, han demostrado reducir la grasa abdominal y minimizar el riesgo de enfermedades.
Las bayas de casi todas las variedades, pero especialmente los arándanos, contienen fibra y fitonutrientes que actúan como antioxidantes en el cuerpo.
Los antioxidantes trabajan para reducir el daño de los radicales libres de las toxinas que provocan inflamación y enfermedades crónicas, como la obesidad.
Los arándanos mejoran en gran medida las bacterias intestinales porque son ricos en prebióticos, un ingrediente alimentario no digerible que promueve el crecimiento de microorganismos beneficiosos en el intestino.
Los antioxidantes trabajan para reducir el daño de los radicales libres de las toxinas que provocan inflamación y enfermedades crónicas junto con impactos externos como los asociados con el envejecimiento.
Debido que los arándanos están repletos de fibra, nos mantienen llenos por más tiempo y, en última instancia, aumentan la saciedad. Cuanto más tiempo permanezcas lleno después de comer, más fácil será mantener un déficit de calorías para perder peso de forma saludable.
Los arándanos también se han relacionado con la reducción de presión arterial, azúcar en la sangre y el riesgo general de enfermedades crónicas.
Si estás buscando nuevas formas de agregar arándanos a su dieta, agrega un puñado a tu avena o yogur todas las mañanas e incluso puedes agregarlos a un batido de proteínas para agregar nutrientes cada mañana.
FOTO: EFE
