1) Barras de proteína. La gran mayoría tenemos la idea de que son muy sanas, pero esto dependerá de la marca. Hay algunas que están realizadas con frutas naturales y frutos secos; pero las que hay que hacer a un lado son las que están altamente procesadas, ya que estas generan hinchazón y gases.
Se puede sustituir para obtener la misma cantidad de proteínas en un vaso de leche, con una ración de mantequilla de maní, nueces o semillas de calabaza.
2) Carne roja. Para obtener proteínas buenas, los nutriólogos recomiendan consumir legumbres o cereales que nos den proteínas vegetales, así como carnes magras, como las de las aves, el pescado o huevo.
3. Salchichas y carnes procesadas. También están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, sobre todo si se consumen 4 o veces más por semana, aumentando las probabilidades hasta en un 20%.
4) Pescado o pollo frito. Varios estudios han comprobado que el aceite usado para freír puede modular negativamente el microbioma intestinal, lo que agrava la aterosclerosis, es decir, acumulación de grasa y otras sustancias en las paredes arteriales, y que a la larga podría provocar infartos o derrames cerebrales.
5) Sodas. Si las bebes de manera habitual, quizá sea el momento de renunciar a dicho hábito. Estas bebidas están relacionadas con enfermedades crónicas, tales como la diabetes y algunas cardiopatías; también se le relacionan con problemas gastrointestinales como la hinchazón, eructos o reflujo.
6) Pan blanco. Este producto está hecho a base de cereales refinados, los cuales no son buenos para el intestino y su consumo, en conjunto con carne roja y procesada, se asocia a mayor riesgo de desarrollar diverticulitis.
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