Aunque no existe un estudio pormenorizado al respecto, una buena parte de la población enfrenta dificultades para tragar pastillas, especialmente cuando se trata de antibióticos y otras cápsulas de gran tamaño.
Estos problemas pueden ir desde necesitar una gran cantidad de agua, hasta acumular diversos intentos fallidos antes de lograr tragarla, o quedarse con una sensación de intranquilidad de que la pastilla se encuentra atorada a medio camino del esófago.
Sin embargo, la evidencia demuestra que entre todas las causas de atragantamiento, las tabletas ni siquiera figuran en el listado y por lo tanto, es casi imposible ahogarse con una pastilla, siempre que se acompañe de un vaso de agua y se haga de manera correcta, evitando hablar, gritar o reír mientras se ingiere.
No obstante, el riesgo puede aumentar cuando se trata de suplementos alimenticios o dietéticos: si bien los distintos organismos encargados de aprobar medicamentos en cada país exigen que las pastillas no excedan determinado tamaño para que puedan ser tragadas con facilidad, las tabletas de suplementos que no son medicamentos escapan de esta clasificación y en ocasiones, su tamaño puede ser mucho mayor que el de un antibiótico, por ejemplo.
Una investigación publicada en la revista científica Annals of Internal Medicine, determinó que más de tres cuartas partes de las personas que sufren dificultades para tragar comprimidos y atragantamiento son adultos mayores.