Las emergencias están a la vuelta de la esquina y de un momento a otro una familia puede tener una interrupción en los ingresos, ya sea por un despido laboral o por un recorte de horas.
Los expertos no tienen un consenso; sin embargo, un dato en el que varios coinciden es que una familia, independientemente de su nivel de ingresos, debería tratar de tener suficiente para cubrir sus gastos de, al menos, seis meses.
Desde esta media hay quienes consideran que deben ser menos y quienes aseguran que deben ser más.
“Todo el mundo necesita un fondo de emergencia y el destino final para la mayoría de los hogares es tener suficiente para cubrir los gastos de seis meses”, apunta el analista financiero jefe de Bankrate, Greg McBride, para Fox Business.
Para este especialista, el dato puede moverse hacia arriba entre nueve y 12 meses para los trabajadores por cuenta propia, aquellos que tienen ingresos muy variables o si el hogar tiene un sostén único.
Pero no es el único factor que puede mover el tiempo que se necesitaría para tener un fondo de efectivo, pues los objetivos de largo y corto plazo también intervienen.
La vicepresidenta y directora de sucursal de Fidelity Investments, Leanna Devinney, dice que si se está pensando en comprar una vivienda o tener un cambio importante en la vida, como una boda, entonces se necesitará más activos líquidos a la mano.
El número mágico para Devinney es de tres a seis meses equivalentes a los gastos de manutención en un fondo de ahorro.
“En Fidelity, sugerimos usar la pauta de presupuesto 50/15/5 para ayudar a priorizar los gastos y los ahorros, y comenzar a crear un plan: el 50% de sus ingresos después de impuestos debe destinarse a gastos esenciales (alquiler, servicios públicos, comestibles, etc.), al menos el 15% de los ingresos antes de impuestos para la jubilación y el 5% debería destinarse a ese fondo de emergencia“, detalla la especialista.
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