El mundo del fútbol está de luto tras confirmarse la muerte del delantero del Liverpool, Diogo Jota, de 28 años, y su hermano André Silva, jugador del Penafiel, de 26 años. Ambos perdieron la vida en un accidente de tráfico registrado en la A-52, a la altura de Cernadilla (Zamora), durante la madrugada de este jueves.
De acuerdo con fuentes de la Guardia Civil, los hermanos se desplazaban en un Lamborghini que, según las primeras investigaciones, sufrió un reventón en uno de sus neumáticos mientras intentaba adelantar a otro vehículo. Esta avería provocó que el automóvil se saliera de la carretera y se incendiara tras el impacto. Las llamas envolvieron el coche rápidamente, resultando letales para ambos futbolistas.
Equipos de emergencia, incluidos la Guardia Civil, Bomberos de la Diputación de Zamora y personal sanitario de una Unidad Medicalizada, acudieron al lugar con celeridad, pero lamentablemente no lograron salvarles la vida.
Este trágico accidente ocurrió pocos días después de que Diogo Jota contrajera matrimonio con su pareja desde hace más de una década, Rute Cardoso, el pasado 22 de junio. El delantero deja tres hijos pequeños: una bebé de siete meses, un niño de dos años y el mayor de cuatro.
Diogo Jota atravesaba uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Nacido en Oporto, inició su formación en el Gondomar antes de pasar al Paços de Ferreira, desde donde dio el salto al Atlético de Madrid. Sin debutar oficialmente con los rojiblancos, jugó cedido en el Oporto y luego en el Wolverhampton, equipo que decidió ficharlo en propiedad tras una destacada temporada.
En el Liverpool, Jota jugó 182 partidos y marcó 65 goles, contribuyendo en la obtención de la Premier League más reciente, una FA Cup y dos Copas de la Liga. También fue pieza clave para la selección de Portugal, disputando 49 encuentros y ayudando a su país a conquistar la Liga de las Naciones en 2019 y nuevamente en 2025, tras vencer a España el pasado 8 de junio.