La infancia y adolescencia de Mario Moreno no fueron para nada sencillas debido a que nació y creció en el seno de una familia de bajos recursos y de numerosos miembros, por ello, tuvo que trabajar desde muy pequeño desempeñándose como ayudante de zapatero, bolero, cartero, taxista, empleado de billar, boxeador, torero y hasta militar por lo que fue durante esta etapa donde conoció el tabaco y desde entonces comenzó a fumar de manera habitual.
El consumo de tabaco en la vida de Mario Moreno llegó a ser tan intenso que hay diversos testimonios de colegas y personas allegadas al actor que señalan que era capaz de fumarse hasta tres cajetillas de tabacos al día, no obstante, algunos aseguran que lo hacía para tratar de calmar la ansiedad que le producía el ser una persona perfeccionista en prácticamente todos los ámbitos de su vida.
La adicción de “Cantinflas” al tabaco duró décadas y debido a que en aquella época no había muchas campañas contra las adicciones, casi nadie consideraba un problema de salud pública el consumo de cigarrillos, por lo que el actor pasó gran parte de su vida fumando a diestra y siniestra, lo cual, le pasó factura a su salud en la recta final de su vida.
Hasta donde se sabe, fue a principios de 1993 cuando Mario Moreno fue diagnosticado con cáncer de pulmón y debido a lo avanzado de su padecimiento no pasaron ni dos meses cuando esta enfermedad cobró la vida del actor, quien falleció el 20 de abril de 1993. Cabe mencionar que, la causa de muerte de “Cantinflas” no se supo hasta tiempo después, pues fue petición del actor mantener reservada esta información.
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