Cuerpo de la noticia: El Secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, ha presentado su renuncia por motivos personales, en un contexto de incertidumbre económica y desafíos en la relación comercial con Estados Unidos, marcado por las amenazas de imposición de aranceles.
Ramírez de la O, quien asumió el cargo en 2021 bajo la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, fue una pieza clave en la estabilidad financiera del país. Tras la victoria electoral de Claudia Sheinbaum en junio de 2024, se mantuvo en su puesto con el objetivo de asegurar una transición sin sobresaltos. Sin embargo, su dimisión se concreta en un momento en el que México enfrenta nuevos retos en su política económica.
La presidenta Sheinbaum anunció la salida del funcionario a través de un video publicado en su cuenta de X, en el que también confirmó que Ramírez de la O continuará como asesor económico en asuntos internacionales. Por su parte, el economista explicó que su decisión responde a compromisos familiares fuera del país.
Para ocupar su lugar, el gobierno designó a Edgar Amador Zamora, quien hasta ahora se desempeñaba como subsecretario en la dependencia. En su primera declaración, Amador Zamora aseguró que su prioridad será garantizar la estabilidad financiera y económica de México, manteniendo un enfoque en el crecimiento sostenido y el cumplimiento de los compromisos gubernamentales.
La renuncia de Ramírez de la O ha generado reacciones en el sector financiero, especialmente debido a la incertidumbre por la reciente prórroga en la aplicación de aranceles estadounidenses. Expertos como Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, consideran que la salida del secretario en este contexto podría añadir presión a los mercados y advierten sobre la importancia de una estrategia clara para fortalecer la estabilidad fiscal del país.
Pese a la sorpresa que generó el anuncio, el gobierno mexicano busca transmitir confianza a inversionistas y mercados, reiterando su compromiso con una gestión económica responsable y alineada con los principios de disciplina fiscal y autonomía del Banco de México.