El presidente venezolano Nicolás Maduro ha realizado declaraciones polémicas sobre las consecuencias de las próximas elecciones presidenciales. En un reciente mitin en Caracas, Maduro sugirió que su victoria electoral es crucial para evitar un conflicto interno en el país.
“El futuro de Venezuela está en juego este 28 de julio”, afirmó el mandatario ante sus seguidores. “Debemos asegurar un triunfo contundente para prevenir que fuerzas desestabilizadoras suman al país en el caos”.
Estas palabras han generado preocupación en diversos sectores. La oposición, liderada por María Corina Machado, ha respondido denunciando un aumento en la represión y persecución política. Biaggio Pilieri, miembro de la coalición opositora, rechazó cualquier vía violenta y reafirmó su compromiso con una transición pacífica y democrática.
La tensión política se ha incrementado en las últimas semanas. Machado denunció un presunto atentado en su contra, mientras que decenas de colaboradores de la campaña opositora han sido detenidos desde el inicio oficial de la contienda electoral.
En este clima de creciente polarización, ambos bandos se acusan mutuamente de promover la violencia. El gobierno insiste en que la oposición busca repetir escenarios de protestas anteriores, mientras que los opositores afirman estar comprometidos únicamente con la vía electoral para lograr un cambio político en Venezuela.