Ciudad de Panamá — Las protestas sociales que han sacudido Panamá durante los últimos 45 días han dejado un saldo preocupante: al menos 34 miembros de la Fuerza Pública han resultado gravemente heridos, según confirmó el Ministerio de Seguridad Pública.
Uno de los casos más delicados ocurrió en la comunidad de Arimae, en la provincia del Darién, donde un agente del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) fue agredido con un machete. El oficial ya fue intervenido quirúrgicamente y requerirá una segunda operación. Este hecho refleja la intensidad de los enfrentamientos que se han registrado en varios puntos del país.
Las manifestaciones se iniciaron tras la aprobación de la polémica Ley 462 de 2025, que plantea reformas al funcionamiento de la Caja de Seguro Social (CSS). Muchos sectores de la población consideran que esta medida pone en riesgo el sistema de pensiones, y por ello han salido a las calles a exigir su derogación.
Arimae ha sido uno de los puntos más críticos del conflicto, especialmente por la participación activa de comunidades indígenas. Además, se ha exigido la liberación de varios líderes comunitarios detenidos en medio de un altercado relacionado con la retención de una agente del Senafront.
El Ministerio de Seguridad ha denunciado que los agentes enfrentan situaciones de alto riesgo, tanto físicas como verbales, en medio de bloqueos de carreteras y otras acciones de protesta. Las agresiones han incluido el uso de piedras, palos y otros objetos contundentes.
A la ola de protestas se han sumado diversos sectores sociales, entre ellos el sindicato de trabajadores de la construcción (Suntracs), médicos, docentes, farmacéuticos, y trabajadores del sector agrícola y educativo. Los docentes del sector público, por su parte, iniciaron un paro indefinido desde el 23 de abril como forma de rechazo a la ley y en defensa del sistema de pensiones.
