Un operativo de las fuerzas de seguridad mexicanas logró la captura de dos altos mandos de una facción del Cártel de Sinaloa, debilitando su estructura operativa.
Importante Avance en la Lucha Contra el Crimen Organizado
En una acción coordinada entre el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional, fueron arrestados Kevin Alonso Gil Acosta, alias “El 200”, y José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Güerito”, ambos identificados como figuras estratégicas dentro de la organización criminal.
Gil Acosta era responsable de la seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de la facción “Los Chapitos” e hijo mayor de Joaquín “El Chapo” Guzmán. También coordinaba la compra de armas y municiones para el grupo.
Por su parte, Canobbio Inzunza, señalado como el principal operador financiero de la organización, manejaba rutas de tráfico de drogas y redes de distribución a nivel internacional. Su captura representa un duro golpe a las operaciones económicas del grupo delictivo.
Efecto en la Estructura del Cártel
Expertos en seguridad consideran que estas detenciones afectan significativamente la operatividad de “Los Chapitos”, lo que podría debilitar su influencia frente a otras facciones dentro del Cártel de Sinaloa, como la liderada por Ismael “El Mayo” Zambada.
El conflicto entre estos grupos ha generado una ola de violencia en la región, con múltiples enfrentamientos desde mediados del año pasado. La captura de estos líderes podría generar nuevos cambios en la estructura criminal y en la dinámica del narcotráfico en México.
Mientras tanto, las autoridades continúan reforzando operativos en distintas zonas del país. En los últimos días, la Armada de México interceptó embarcaciones con más de 1.900 kilogramos de cocaína y grandes cantidades de metanfetamina, reforzando su estrategia contra el tráfico de drogas.
