En el 2022 se llegó a un récord en la tasa de empleo femenino. La demanda de más trabajo para las jóvenes derivó en una baja de la desocupación sub 29 y en más mujeres que ingresaron al mercado laboral.
Sin embargo, las trabajadoras tienen ingresos 24,5% inferiores a los varones y la diferencia crece en el sector informal en el que alcanza el 34,5%.
Las demandas son por equidad en los puestos laborales, las cuentas bancarias y la posibilidad de enfrentar a la inflación en igualdad de condiciones.
En Argentina las mujeres tienen ingresos 24,5% inferiores a los varones. Las mujeres pierden un cuarto del dinero que podrían ganar, invertir, ahorrar, disfrutar y repartir por ser mujeres. ¿No es una razón, 24,5% de razones, más que suficientes?
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