El Ejército mexicano ha confirmado por primera vez bajas en sus filas debido a ataques con drones realizados por grupos del crimen organizado. El general Luis Cresencio Sandoval, Secretario de Defensa, reveló que estos incidentes han ocurrido principalmente en el estado de Michoacán, aunque no proporcionó cifras exactas.
Estos ataques, que han causado heridos y fallecidos entre los militares, representan una nueva amenaza para las fuerzas de seguridad. En respuesta, el Ejército está adquiriendo sistemas antidrones para proteger a sus efectivos durante patrullajes y reconocimientos.
La situación en Michoacán se ha vuelto particularmente compleja debido a la lucha entre el Cartel Jalisco Nueva Generación y bandas locales. Los enfrentamientos han escalado al punto de utilizar explosivos improvisados, francotiradores y vehículos blindados artesanalmente.
El uso de drones comerciales modificados para lanzar bombas se ha vuelto más frecuente. Un informe de agosto de 2023 indicó que 42 personas, entre soldados, policías y sospechosos, resultaron heridas por artefactos explosivos improvisados en los primeros siete meses de ese año.
Además de los ataques con drones, las autoridades enfrentan otros desafíos. Se reportaron muertes de agentes de la Guardia Nacional y policías estatales en atentados con coches bomba. La Marina también sufrió pérdidas cuando un helicóptero se precipitó al océano Pacífico durante una persecución de embarcaciones que transportaban cocaína.
Estos incidentes subrayan la creciente sofisticación de los grupos criminales y los retos que enfrentan las fuerzas de seguridad mexicanas en su lucha contra el crimen organizado.
