Después de años de planificación y retrasos, Estados Unidos presentó oficialmente su nueva embajada en Ciudad de México, una de las más grandes y costosas del mundo. El proyecto superó los 1.000 millones de dólares y se concluyó aproximadamente dos años después de la fecha original programada.
El embajador saliente, Ken Salazar, destacó la magnitud de la nueva sede diplomática como símbolo de la “relación única entre ambas naciones”. La nueva embajada se erige en el barrio de Nuevo Polanco, una zona que ha evolucionado con museos modernos y desarrollos de lujo liderados por el magnate Carlos Slim.
La construcción comenzó en febrero de 2018 en una antigua instalación industrial, que tuvo que ser sometida a una intensa limpieza de residuos tóxicos. Aunque el edificio ya fue entregado, aún no está habilitado para atención al público. Se espera que esté completamente operativo a finales del próximo año.
Este anuncio ocurre en un contexto político significativo, con Estados Unidos próximo a enfrentar cambios bajo la administración de Donald Trump, quien ha enfatizado su interés en la relación bilateral, especialmente en temas de comercio, migración y seguridad fronteriza.