El miércoles, la justicia ecuatoriana dictó sentencia en uno de los casos más emblemáticos de infiltración del narcotráfico en las instituciones del país. Mayra Salazar, figura central en el caso “Metástasis”, recibió una condena de 15 meses de prisión por su participación en una red de delincuencia organizada que penetró diversos estamentos del Estado.
El juez Manuel Cabrera, además de la pena de prisión, ordenó el decomiso de bienes y el pago de multas e indemnizaciones que suman más de 22,000 dólares. La sentencia, reducida en un 75% debido a la cooperación de Salazar con las autoridades, revela la magnitud de un escándalo que ha sacudido los cimientos de la justicia, la política y las fuerzas del orden en Ecuador.
Salazar, una comunicadora de 35 años, proporcionó información crucial que permitió procesar a altos funcionarios, incluyendo al expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, actualmente en prisión preventiva. Según la Fiscalía, Salazar operó desde la Corte Provincial de Guayas, facilitando la impunidad de la organización criminal mediante negociaciones con jueces corruptos.
El caso “Metástasis” ha implicado a medio centenar de personas, entre ellas jueces, fiscales, policías de alto rango y políticos, evidenciando la profundidad de la infiltración del crimen organizado en las estructuras estatales ecuatorianas. La sentencia de Salazar marca un hito en los esfuerzos por desmantelar estas redes criminales y restaurar la integridad de las instituciones del país.