Grupos ciudadanos protagonizaron este martes una serie de bloqueos en distintas avenidas de El Alto, en demanda de acciones concretas frente al agravamiento de la situación económica en Bolivia. Las protestas, lideradas por organizaciones vecinales y sociales, paralizaron vías clave, incluidas rutas hacia Perú, como muestra del creciente malestar popular.
Los manifestantes denunciaron la escasez prolongada de combustibles, la falta de dólares y el alza en los precios de productos de primera necesidad, lo que ha profundizado la crisis en los hogares bolivianos. Algunos sectores incluso plantearon la renuncia del presidente Luis Arce si no se ofrecen respuestas inmediatas.
“Estamos cansados de promesas, la gente ya no tiene qué comer”, expresó Gonzalo Limachi, uno de los movilizados. Otro vecino, Félix Tola, lamentó que el precio de la canasta básica se haya disparado en cuestión de meses, afectando especialmente a las familias de escasos recursos.
El problema del combustible persiste desde 2024 y ha empeorado este año, obligando a cientos de conductores a hacer largas filas, a veces de más de 24 horas, para conseguir gasolina o diésel. Esta situación golpea no solo al transporte, sino también al comercio local.
El Gobierno atribuye los problemas a la falta de divisas y espera que el Legislativo apruebe créditos por más de 1.600 millones de dólares para aliviar la crisis. Sin embargo, acusa a sectores opositores y a grupos afines al expresidente Evo Morales de bloquear estas gestiones por razones políticas.
Mientras tanto, los precios de productos esenciales como azúcar, arroz, harina y aceite siguen aumentando, generando protestas también en mercados y ferias. La inflación, que cerró 2024 en 9,97 %, ya supera el 5 % en lo que va de 2025. Aunque el Ejecutivo ha anunciado nuevas medidas, los afectados consideran que llegan tarde y son insuficientes.
