Un terrible suceso sacudió el estado de Sao Paulo el viernes pasado cuando un avión de la aerolínea Voepass se precipitó a tierra en la localidad de Vinhedo, cobrándose la vida de las 62 personas que viajaban a bordo. Las autoridades brasileñas se encuentran ahora inmersas en una exhaustiva investigación para determinar las causas de esta catástrofe, la más grave en el país desde principios de 2023.
El vuelo, operado por un ATR 72-500, despegó con destino al aeropuerto internacional de Guarulhos llevando 58 pasajeros y 4 miembros de la tripulación. Testigos presenciales captaron imágenes estremecedoras del avión cayendo en espiral antes de impactar contra el suelo en una zona residencial, donde afortunadamente no se registraron víctimas adicionales.
Los equipos de rescate, trabajando bajo condiciones climáticas adversas, lograron recuperar la caja negra del aparato, elemento crucial para esclarecer los hechos. Asimismo, se están realizando las pertinentes pruebas de identificación de las víctimas.
Aunque es prematuro establecer conclusiones definitivas, expertos en aviación señalan la posible formación de hielo como un factor a considerar, recordando incidentes similares ocurridos en el pasado con este modelo de aeronave. No obstante, se advierte sobre la necesidad de un análisis exhaustivo que contemple todos los elementos involucrados en el siniestro.
Este luctuoso evento ha conmocionado a la sociedad brasileña y ha puesto de manifiesto la importancia de mantener los más altos estándares de seguridad en la aviación comercial.