Sabrina Morrissey, la tutora legal de Wendy Williams, compartió una actualización preocupante sobre la salud de la ex presentadora, quien enfrenta una lucha constante contra la demencia. Según documentos judiciales obtenidos por The Independent, Williams, de 60 años, ha sido diagnosticada con demencia frontotemporal y afasia progresiva primaria desde mayo de 2023, condición que la ha dejado “permanentemente incapacitada”.
La batalla legal de Williams comenzó en 2022, cuando Wells Fargo congeló sus cuentas bancarias alegando que la presentadora no estaba en condiciones mentales para gestionar sus finanzas. En respuesta, el banco inició un procedimiento de tutela financiera en la Corte Suprema de Nueva York para nombrar un tutor independiente.
Morrissey solicitó recientemente a la corte la protección de ciertos detalles privados relacionados con la salud, las finanzas y las relaciones familiares de Williams, argumentando que esta información debe permanecer bajo confidencialidad.
En paralelo, Williams y su equipo legal se enfrentan a la cadena Lifetime tras el lanzamiento del documental Where is Wendy Williams?, que aborda su deterioro cognitivo y emocional. Aunque intentaron detener su emisión en febrero, un juez de apelaciones rechazó la solicitud, citando la Primera Enmienda. El documental, que muestra momentos de fragilidad de Williams, fue duramente criticado, con Variety calificándolo como “una exhibición explotadora de su declive cognitivo”.
A lo largo del documental, la ex presentadora aparece inestable y con dificultades para caminar sin ayuda. Además, admite públicamente su consumo de alcohol, diciendo en un episodio: “Me encanta el vodka”. La serie provocó reacciones mixtas, incluida la de Danie Buchanan, DJ de radio en Atlanta, quien comentó en Instagram: “No pude terminar de verlo… Fue muy difícil verla así”.
Williams ha sido abierta sobre su pasado de adicción a la cocaína y su estancia en una casa de sobriedad en 2019. Los realizadores del documental revelaron que desconocían su diagnóstico de demencia durante gran parte de la filmación y optaron por detener la producción cuando se hizo evidente que la presentadora necesitaba ayuda médica.