Lo que aplicas sobre tu piel podría estar haciendo más que solo perfumarte. Un estudio reciente publicado en Science Advances —con participación de la Universidad Penn State— revela que perfumes, lociones y hasta productos sin fragancia pueden alterar un escudo invisible de aire que protege tu cuerpo de contaminantes.
Este “campo de oxidación humano” se forma al interactuar los aceites naturales de la piel con el ozono presente en el aire, generando radicales hidroxilo (OH). Estos radicales actúan como una barrera química que ayuda a limpiar el aire a nuestro alrededor y a reducir la contaminación que respiramos.
Pero aquí viene lo preocupante: al aplicar productos como perfumes o lociones, incluso sin fragancia, se interfiere con este proceso. En pruebas controladas, los investigadores descubrieron que una loción sin aroma aumentó la reactividad de los radicales OH en un 170 %, pero al mismo tiempo redujo su concentración en un 140 %, disminuyendo así la efectividad de este escudo protector. Los perfumes, aunque tienen un impacto más inmediato, se evaporan con mayor rapidez. Las lociones, por su parte, tienen un efecto más duradero sobre esta química natural.
Como pasamos la mayor parte del tiempo en interiores, donde la calidad del aire puede verse más fácilmente alterada, estos hallazgos subrayan la importancia de considerar el impacto de los productos personales en nuestra salud ambiental.