Beber café a diario podría convertirse en un aliado clave para envejecer con mejor salud. Así lo revela un estudio reciente publicado en el European Journal of Nutrition, que encontró una conexión entre el consumo habitual de café y una menor probabilidad de desarrollar fragilidad en adultos mayores.
La investigación, respaldada por el Instituto para la Información Científica sobre el Café, analizó por primera vez cómo esta bebida se relaciona con factores específicos que definen el estado de fragilidad en personas mayores, como debilidad muscular, fatiga, lentitud al caminar y pérdida de peso involuntaria.
Este hallazgo se suma a otros estudios previos que ya indicaban que el café puede tener efectos positivos en la salud, al asociarse con un menor riesgo de enfermedades como el deterioro cognitivo o ciertos procesos inflamatorios.
El estudio se apoyó en datos del Estudio Longitudinal del Envejecimiento de Ámsterdam (LASA), que durante siete años dio seguimiento a más de mil adultos mayores de 55 años. Gracias a esta base de información, se pudo observar que quienes bebían entre cuatro y seis tazas de café al día tendían a presentar menos señales de fragilidad con el paso del tiempo.
Para evaluar este estado, los investigadores utilizaron el modelo de Fried, que identifica la fragilidad a partir de cinco factores: debilidad, agotamiento, lentitud motora, pérdida de peso y poca actividad física. La presencia de tres o más de estos síntomas indica un riesgo elevado.
Los resultados sugieren que el café, gracias a sus compuestos antioxidantes, podría tener un efecto protector contra el deterioro físico asociado al envejecimiento. Además, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera segura una ingesta diaria de hasta 400 mg de cafeína, lo que equivale a unas tres a cinco tazas de café.
La investigadora principal, Margreet R. Olthof, subrayó que el café, al ser una bebida tan común en la rutina diaria, representa una oportunidad sencilla y accesible para promover un envejecimiento saludable. No obstante, también destacó la importancia de seguir explorando otras estrategias nutricionales para cuidar la calidad de vida en la vejez.