El actor Robert De Niro fue homenajeado en el Festival de Cannes con la Palma de Oro de honor, pero su discurso trascendió el cine. Frente a una sala repleta en el Grand Théâtre Lumière, De Niro aprovechó el momento para defender el valor del arte y hacer un llamado a la participación ciudadana frente a políticas que considera perjudiciales para la cultura y los derechos humanos.
Sin nombrarlo directamente, De Niro criticó al expresidente de EE. UU. Donald Trump por medidas como los recortes en apoyo a las artes y los intentos de imponer aranceles a películas extranjeras. “La creatividad no tiene precio”, subrayó, mientras abogaba por una reacción global ante lo que calificó como amenazas a la libertad de expresión.
El ganador del Oscar no solo se dirigió a su país, sino que resaltó el impacto internacional de estas decisiones. Recalcó que el arte debe ser defendido como una herramienta de unión y democracia, y que los ciudadanos deben alzar su voz de manera pacífica pero firme.
En su discurso, De Niro también evocó los valores de la Revolución Francesa —libertad, igualdad y fraternidad— y animó a la ciudadanía a participar activamente en las elecciones. “No podemos dar por sentado el derecho al voto”, advirtió.
La ceremonia fue emotiva desde el principio, con un video homenaje a su carrera y unas palabras de Leonardo DiCaprio, quien le entregó el galardón. El protagonista de “Killers of the Flower Moon” recordó sus colaboraciones con De Niro y cómo su ejemplo marcó a generaciones de actores.
De Niro rememoró su primera vez en Cannes en 1973 con Mean Streets y su regreso medio siglo después con Killers of the Flower Moon. También mencionó cómo el festival inspiró la creación del Festival de Tribeca, fundado por él tras los atentados del 11 de septiembre, con el objetivo de reunir a la comunidad a través del arte.