Con la llegada del invierno, los ronquidos pueden empeorar debido al aire seco y la menor ventilación en interiores.
Expertos sugieren ejercicios de lengua, de treinta segundos, como el recomendado por Martin Seeley, para reducir los ronquidos hasta en un 59%, mientras se advierte sobre la apnea del sueño como un posible problema de salud subyacente.
Este ejercicio implica cerrar la boca y mover la lengua en tres direcciones diferentes, realizando diez repeticiones en cada dirección. Seeley afirma que los resultados pueden ser evidentes después de tan solo tres noches de práctica.