• Opta por cenas ligeras e incluye frutas, vegetales.
• Evita alimentos ultra-procesados y picantes, ya que pueden incrementar la temperatura corporal, exacerbando los sofocos nocturnos.
• Modera el consumo de alcohol y cafeína, ya que estas bebidas pueden aumentar la temperatura corporal y desencadenar sofocos
• Es fundamental mantener una buena hidratación, por lo que se recomienda consumir al menos un litro y medio a dos litros de agua al día.
• Algunas infusiones frías de plantas medicinales, como salvia, hierba de trigo, regaliz y cúrcuma, tienen efectos calmantes y pueden ayudar a aliviar los sofocos nocturnos.
• Reducción del consumo de tabaco: fumar contribuye a elevar la temperatura corporal y puede agravar los sofocos. Reducir o eliminar este hábito puede tener beneficios significativos en la reducción de los síntomas.
• Opta por sábanas de algodón o lino, materiales absorbentes y frescos que ayudan a reducir la concentración de calor y humedad, mejorando la calidad del sueño.
• Mantén tu dormitorio bien ventilado y a una temperatura agradable. Usar ventiladores o aire acondicionado puede ser útil para mantener el ambiente fresco.
• Refréscate frecuentemente: utiliza una toalla húmeda para refrescarte y secar el sudor durante la noche.
• Realiza actividades físicas suaves como yoga, pilates o caminatas, especialmente en las tardes o al anochecer durante los meses de verano.