Los incendios forestales en California no solo devastan el paisaje, sino que también exponen a los trabajadores agrícolas a graves riesgos de salud. Un reciente estudio centrado en los incendios de 2020 en el condado de Sonoma revela la cruda realidad que enfrentan estos trabajadores esenciales.
María Salinas, una trabajadora agrícola de Oaxaca, México, compartió su experiencia: “Cosechábamos uvas mientras caía ceniza. Mi saliva estaba negra y tuve que ir a emergencias porque no podía respirar. La necesidad nos obliga a trabajar en estas condiciones peligrosas”.
El cambio climático ha intensificado los incendios en la región, agravando la situación de los trabajadores agrícolas migrantes. Muchos de ellos, con bajos ingresos y estatus migratorio precario, se ven forzados a laborar en condiciones insalubres por temor a perder sus empleos.
Max Bell Alper, director de North Bay Jobs with Justice, señala: “Los campesinos están en la primera línea de la crisis climática, experimentando sus efectos antes y con más fuerza que el resto”.
El estudio analizó datos de contaminación del aire durante los incendios de 2020 en Sonoma, comparando información de monitores AirNow y PurpleAir. Los resultados mostraron niveles alarmantes de contaminación:
- AirNow registró 21 días de aire dañino para grupos sensibles y 13 días perjudiciales para todos.
- PurpleAir indicó 27 días dañinos para grupos sensibles y 16 días perjudiciales para todos.
Esta investigación subraya la urgente necesidad de implementar medidas de protección para los trabajadores agrícolas durante los incendios forestales, equilibrando la producción agrícola con la salud y seguridad de quienes hacen posible la cosecha.