Un nuevo estudio científico sugiere que la dieta mediterránea verde podría convertirse en una aliada clave para mantener la salud del cerebro y retrasar el envejecimiento cognitivo.
La investigación, publicada en la revista Clinical Nutrition, fue desarrollada por expertos de la Universidad Ben-Gurion, la Universidad de Leipzig y la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Su propósito fue analizar si los hábitos alimenticios influyen en la llamada “brecha de edad cerebral”, es decir, la diferencia entre la edad real de una persona y la edad biológica de su cerebro.
Para ello se revisaron datos del ensayo clínico DIRECT PLUS, en el que participaron 300 voluntarios durante 18 meses. Los participantes fueron divididos en tres grupos: uno con una dieta saludable estándar, otro con una dieta mediterránea tradicional baja en calorías, y un tercero con la variante mediterránea verde, caracterizada por incluir té verde y la planta acuática Mankai, además de limitar los carbohidratos simples y priorizar vegetales y proteínas magras.
Los análisis mostraron que quienes siguieron la dieta verde redujeron los niveles de proteínas vinculadas al deterioro cognitivo, lo que sugiere un envejecimiento cerebral más lento.
Los científicos señalan que los beneficios podrían deberse a las moléculas antiinflamatorias presentes en el té verde y en el Mankai, capaces de contrarrestar procesos biológicos asociados al deterioro neuronal.
La investigadora Anat Meir destacó que estudiar las proteínas en sangre permite observar cómo los cambios en la alimentación impactan la salud cerebral incluso antes de que aparezcan síntomas visibles, lo que abre nuevas posibilidades para la prevención del deterioro cognitivo.