Una investigación reciente desde Canadá ha revelado un preocupante vínculo entre la exposición prolongada a partículas contaminantes del aire y el desarrollo silencioso de daño en el músculo cardíaco, incluso en personas sanas. Este hallazgo, respaldado por resonancias magnéticas avanzadas, podría cambiar la forma en que entendemos los efectos de la contaminación en la salud del corazón.
El estudio se centró en el material particulado fino conocido como PM2.5, presente en el humo de vehículos, industrias e incendios forestales. A pesar de estar por debajo de los límites establecidos por normas internacionales, los niveles analizados mostraron una relación directa con la fibrosis miocárdica, una cicatrización silenciosa del tejido cardíaco que puede derivar en insuficiencia cardíaca.
Participaron 694 personas, entre ellas pacientes con miocardiopatía y voluntarios sanos. Los resultados fueron claros: a mayor exposición a PM2.5, mayor daño estructural en el corazón, especialmente en mujeres, fumadores y personas con hipertensión arterial.
La doctora Kate Hanneman, autora principal del estudio, subrayó que esta investigación demuestra cómo la contaminación atmosférica actúa como un factor de riesgo cardiovascular independiente, aunque no se presenten síntomas visibles ni se detecte en exámenes clínicos rutinarios.
Estos hallazgos refuerzan la necesidad de políticas públicas más estrictas para reducir la exposición a contaminantes ambientales y también destacan la importancia de herramientas médicas como la resonancia magnética para detectar daños tempranos que podrían prevenir enfermedades crónicas a largo plazo.