Aunque los titulares ya no lo mencionen a diario, el COVID-19 sigue presente y con un repunte estacional que se repite cada verano. En julio y agosto de los últimos cuatro años, los contagios han vuelto a aumentar. La razón principal: más reuniones en interiores con aire acondicionado, más viajes y más contacto cercano entre personas.
Para algunos, los síntomas pueden parecer un resfriado fuerte. Pero para millones de personas con condiciones médicas como diabetes, enfermedades cardíacas, asma o cáncer, la enfermedad puede ser grave e incluso mortal. Más del 70% de los adultos en EE.UU. están en riesgo de desarrollar complicaciones si se infectan. Las personas mayores de 50 años también tienen más probabilidades de necesitar atención médica.
Las vacunas y los tratamientos antivirales son clave
Aunque la vacunación sigue siendo una de las mejores defensas contra el virus, no siempre garantiza protección total, especialmente en personas con enfermedades crónicas. Por eso, los tratamientos antivirales han cobrado más relevancia: pueden reducir el riesgo de hospitalización o muerte si se toman en los primeros cinco días tras el inicio de los síntomas.
Lamentablemente, muchas personas que podrían beneficiarse no saben que estos tratamientos están disponibles o cómo acceder a ellos a tiempo.
Karyne Jones, presidenta de NCBA y líder de la iniciativa CVEEP, explica:
“Algunos piensan que estar vacunados o sentirse bien es suficiente, pero el COVID-19 aún representa un peligro real. Estar informados sobre los antivirales puede marcar la diferencia”.
¿Cómo cuidarte este verano?
Si tienes condiciones médicas o eres mayor de 50 años, sigue estas recomendaciones:
- Evalúa tu riesgo: Conoce si tienes factores que te hacen más vulnerable.
- Consulta con tu médico: Pregunta por los antivirales y dónde conseguirlos.
- Actúa rápido ante los síntomas: No esperes. El tratamiento temprano es más eficaz.
Este verano, la mejor forma de disfrutar es cuidarte y estar preparado.
