El gobierno australiano ha anunciado una legislación que podría marcar un antes y un después en el uso de redes sociales por parte de adolescentes menores de 16 años. La propuesta, calificada como pionera, pretende responsabilizar a las plataformas digitales de implementar el límite de edad y asegurar su cumplimiento, lo que las haría responsables de evitar el acceso a menores.
El primer ministro, Anthony Albanese, expresó su preocupación por el impacto de las redes en los jóvenes, afirmando: “Las redes sociales están afectando a nuestros niños y vamos a cambiar eso”. La ley será discutida en el Parlamento en las próximas semanas y, si se aprueba, entraría en vigor en un año, dándoles a plataformas como X, TikTok, Instagram y Facebook tiempo para ajustar sus sistemas y excluir a los usuarios que no cumplan con el nuevo límite de edad.
Albanese destacó que la responsabilidad recaerá en las plataformas y no en los padres o en los adolescentes, y que estas deberán demostrar que han tomado medidas razonables para cumplir con la normativa. Representantes de Meta, dueña de Facebook e Instagram, han expresado su disposición a colaborar, aunque señalaron la necesidad de evaluar soluciones prácticas y efectivas para la protección de los jóvenes.
Organizaciones de bienestar infantil y expertos en tecnología han mostrado reservas frente a la prohibición. Sunita Bose, directora de DIGI, indicó que un límite de edad podría no ser suficiente y abogó por la creación de espacios seguros para jóvenes, en lugar de imponer restricciones absolutas. Asimismo, más de 140 expertos firmaron una carta abierta oponiéndose a la medida, argumentando que los jóvenes podrían evadirla, llevando su actividad a la clandestinidad.
El gobierno australiano, junto a la Comisión de Seguridad en Internet, ha iniciado pruebas de tecnologías de restricción de edad para orientar la implementación de esta normativa. La ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, aseguró que el periodo de preparación garantizará que el cambio se haga de forma efectiva.