La Guardia Costera de Estados Unidos ha iniciado una audiencia de dos semanas en Charleston, Carolina del Sur, para investigar los detalles que rodearon la implosión del sumergible Titán en junio de 2023, tragedia que cobró la vida de cinco personas. El objetivo principal es establecer recomendaciones que ayuden a evitar incidentes similares en el futuro, según un comunicado emitido por la institución.
El sumergible, propiedad de la empresa OceanGate, implosionó durante una expedición a los restos del Titanic en el Atlántico Norte, desencadenando un debate global sobre la seguridad en la exploración submarina privada. La audiencia es parte de la investigación de más alto nivel que la Guardia Costera ha realizado en accidentes marítimos, y se espera que arroje luz sobre las causas del trágico suceso.
Entre los testigos que prestarán declaración se encuentran exempleados de OceanGate, como Tony Nissen, exdirector de ingeniería, Bonnie Carl, exdirectora financiera, y Tym Catterson, excontratista de la compañía. Sin embargo, algunos miembros clave, como Wendy Rush, viuda de Stockton Rush (cofundador de OceanGate y una de las víctimas), no testificarán en esta ocasión.
La audiencia busca examinar todos los aspectos del incidente, desde las decisiones de diseño del sumergible hasta el cumplimiento de las normativas y la formación de la tripulación. El Titán ha sido objeto de críticas dentro de la comunidad de exploración submarina debido a su diseño innovador pero poco convencional y la falta de controles independientes estándar.
El sumergible perdió contacto con su barco de apoyo durante su inmersión el 18 de junio de 2023, dos horas después de haber comenzado la expedición. Tras varios días de búsqueda a nivel mundial, los restos del Titán fueron encontrados a 300 metros de la proa del Titanic, en el fondo del océano.
Las víctimas de la tragedia incluyeron a Stockton Rush, el veterano explorador del Titanic Paul-Henri Nargeolet, el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, así como el aventurero británico Hamish Harding.
OceanGate, que actualmente no cuenta con empleados a tiempo completo, ha estado cooperando con las investigaciones de la Guardia Costera y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, y estará representada por un abogado durante las audiencias. En un comunicado, la compañía expresó su pesar por la tragedia y su compromiso con el proceso investigativo.
Esta investigación, que inicialmente tenía un plazo de un año, ha tomado más tiempo de lo previsto debido a la complejidad del caso. Se espera que las conclusiones de la audiencia ayuden a mejorar las normativas y protocolos de seguridad en futuras exploraciones submarinas.