El reciente aumento de casos de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, ha encendido las alarmas a nivel internacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado un incremento alarmante del 160% en los contagios, centrándose principalmente en África central y oriental.
En lo que va de 2024, se han registrado más de 15,000 casos y 461 fallecimientos, cifras que superan significativamente las del año anterior. Ante esta situación, la OMS ha declarado una emergencia de salud pública de importancia internacional, el nivel más alto de alerta según el derecho sanitario global.
El epicentro del brote se localiza en la República Democrática del Congo, pero países vecinos como Uganda, Burundi, Kenia y Ruanda también han notificado casos. La preocupación se intensifica debido a la posible propagación de una variante potencialmente más letal, denominada clado 1b.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, ha enfatizado la necesidad crucial de una respuesta internacional coordinada para contener la propagación y salvar vidas. Esta crisis sanitaria requiere una sinergia global efectiva para su manejo adecuado.
Aunque la mayoría de los casos se concentran en África, existe inquietud sobre su posible expansión a otras regiones. Estados Unidos, que ha mantenido una vigilancia constante desde el brote de 2022, ha confirmado más de 32,000 casos con 58 muertes asociadas.
La comunidad internacional se encuentra ahora ante el desafío de unir esfuerzos para frenar esta emergencia sanitaria y prevenir su propagación a escala global.