Un reciente estudio publicado por la reconocida revista médica The Lancet advierte sobre una creciente crisis de salud que afecta a los adolescentes en todo el mundo. Entre los principales problemas se encuentran el sobrepeso y los trastornos relacionados con la salud mental, lo que, según los investigadores, requiere una respuesta urgente por parte de gobiernos y comunidades.
El informe indica que, si no se toman acciones concretas antes de 2030, más de mil millones de adolescentes seguirán expuestos a condiciones que pondrán en riesgo su bienestar físico y emocional. A pesar de algunos avances como la reducción en el consumo de tabaco y alcohol, así como una mejora en el acceso a la educación —especialmente entre las jóvenes—, los desafíos relacionados con la obesidad y la salud mental van en aumento.
Una de las preocupaciones clave que plantea el estudio es que esta generación juvenil es la primera en crecer expuesta a un entorno con una crisis climática cada vez más intensa y una presencia constante de tecnología digital. Ambos factores, si no se manejan adecuadamente, podrían agravar las condiciones de salud existentes.
Además, los adolescentes que viven en países de ingresos bajos y medios —más del 25 % de la población mundial— enfrentan una carga desproporcionada de enfermedades prevenibles como la mala nutrición, la depresión o la ansiedad. El panorama resulta especialmente preocupante en regiones de África y Asia, donde se ha registrado un aumento de hasta ocho veces en las tasas de obesidad en las últimas tres décadas.
Sarah Baird, una de las autoras principales del estudio, subraya que el bienestar adolescente se encuentra en una etapa crítica. A pesar de ciertos avances, muchos se han visto frenados por factores como la pandemia y la falta de inversión en programas preventivos.
El informe concluye que para revertir esta tendencia es necesario desarrollar políticas públicas que prioricen la salud adolescente, especialmente en las escuelas. Promover hábitos saludables desde edades tempranas podría ser clave para evitar que millones de jóvenes sigan expuestos a enfermedades que pueden prevenirse.