Un tribunal de apelaciones en Nueva York rechazó este jueves la petición del expresidente Donald Trump para levantar la orden de silencio impuesta en el caso penal que le acusa de realizar pagos para ocultar información comprometedora. El panel de cinco jueces respaldó la decisión del juez Juan M. Merchan de mantener ciertas restricciones hasta la sentencia, argumentando que esto es necesario para “la justa administración de justicia”.
La defensa de Trump había intentado presentar documentos alegando que la orden constituía una interferencia inconstitucional en su libertad de expresión, especialmente en el contexto de la campaña electoral. Argumentaron que la reciente incorporación de la vicepresidenta Kamala Harris a la contienda presidencial, quien se presenta como una exfiscal enfrentándose a un “delincuente convicto”, daba nueva urgencia al asunto.
“Es desproporcionado que Harris pueda hablar libremente sobre este caso, mientras que el presidente Trump no pueda hacerlo”, manifestó Todd Blanche, abogado del expresidente, en los documentos proporcionados a The Associated Press.
La orden de silencio, impuesta inicialmente en marzo debido a las preocupaciones sobre los ataques verbales de Trump hacia personas relacionadas con sus casos legales, fue parcialmente levantada en junio. Actualmente, Trump puede comentar sobre testigos y jurados, pero tiene prohibido hablar sobre fiscales, empleados del tribunal y ciertos familiares hasta que sea dictada la sentencia.
Durante el juicio, el juez Merchan llegó a declarar a Trump en desacato y le impuso una multa de 10.000 dólares por infringir la orden, advirtiendo sobre posibles consecuencias más severas en caso de reincidencia.
Esta decisión mantiene las limitaciones sobre la retórica de Trump en un momento crítico de su campaña presidencial, mientras enfrenta múltiples desafíos legales.