Un incidente alarmante sacudió una prisión federal en California el pasado viernes, cuando Marc Fischer, supervisor de la sala de correo, perdió la vida después de manipular correspondencia que contenía una sustancia no identificada. Las autoridades investigan la posibilidad de que se trate de fentanilo.
Fischer reportó malestar poco después de clasificar el correo en la Penitenciaría de Estados Unidos en Atwater. Fue trasladado de urgencia a un hospital local, donde lamentablemente falleció esa misma tarde.
La Oficina de Prisiones confirmó que un segundo empleado también tuvo contacto con el correo sospechoso y fue hospitalizado por precaución, aunque afortunadamente fue dado de alta más tarde.
Este suceso ha encendido las alarmas sobre la seguridad en las instalaciones penitenciarias y la amenaza que representan las drogas sintéticas. Aunque un breve contacto con fentanilo no suele provocar sobredosis, las autoridades toman muy en serio el incidente.
La tragedia se suma a una serie de problemas que enfrenta el sistema penitenciario federal, incluyendo escándalos de abuso sexual, falta de personal y escapes de alto perfil. En respuesta a la creciente preocupación, desde 2019 se implementó en algunas prisiones la práctica de fotocopiar la correspondencia de los reclusos para prevenir el ingreso de narcóticos.
El Congreso también ha tomado cartas en el asunto. En 2023, un grupo bipartidista propuso legislación para desarrollar estrategias que impidan el envío de fentanilo y otras drogas sintéticas a prisiones federales, aunque el proyecto aún no ha avanzado en la Cámara de Representantes.
Mientras la investigación continúa, la comunidad penitenciaria lamenta la pérdida de Fischer y se intensifica el debate sobre cómo mejorar la seguridad en las prisiones estadounidenses.