Escuelas y ciudades desde Texas hasta Georgia han tomado precauciones ante la llegada de una nueva ola de tormentas invernales, con pronósticos de nieve y lluvia helada que podrían dificultar la movilidad y generar condiciones peligrosas en varias áreas del sur del país.
Preparativos en Texas y el sur
En Texas, más de un millón de estudiantes se quedaron en casa debido al cierre de escuelas, mientras las autoridades se preparaban para enfrentar un clima gélido que podría prolongarse hasta el viernes. Equipos en Dallas trataron las carreteras antes de la llegada prevista de 5 a 10 centímetros de nieve, mientras más al norte, cerca de Oklahoma, se esperaban hasta 12,7 centímetros.
El gobernador Greg Abbott informó sobre el despliegue de equipos de emergencia y pidió a los ciudadanos evitar conducir en condiciones adversas. Gina Eaton, residente de Dallas, expresó preocupación por la falta de experiencia de algunos conductores en hielo y nieve, una inquietud compartida por muchos en el área.
Impacto en otras regiones
La tormenta ha llevado al cierre de escuelas en Kansas City y Arkansas, y a problemas en Virginia, donde la capital enfrenta una advertencia para hervir el agua tras tormentas anteriores. En Georgia, Carolina del Norte y Tennessee, se prevén acumulaciones de nieve de hasta 20 centímetros en algunas áreas, con efectos esperados hasta el sábado.
Los vuelos también han sido afectados, con cientos de cancelaciones reportadas en Dallas el jueves, según datos de FlightAware.
Consecuencias agrícolas y económicas
El clima extremo también está afectando la agricultura. En Kansas, las fuertes nevadas han dificultado el acceso de los agricultores a sus rebaños, y en Florida, los cultivos de helechos, esenciales para los arreglos florales del Día de San Valentín, están en riesgo.
Expertos señalan que este tipo de eventos climáticos extremos podría estar vinculado al cambio climático global, a pesar de la paradoja de un planeta en calentamiento.