Elon Musk, CEO de Tesla, ha anunciado una reducción notable en su implicación con el gobierno de Donald Trump, tras revelarse una disminución considerable en los beneficios de su compañía durante el primer trimestre de 2025.
Tesla registró una caída del 71% en su beneficio neto interanual, alcanzando apenas 409 millones de dólares frente a los 1.400 millones del mismo periodo del año pasado. Este desplome ha sido atribuido, en parte, al impacto de la creciente controversia política que rodea a Musk.
Durante los primeros tres meses del año, Tesla también sufrió una baja del 9% en sus ingresos por ventas, alcanzando los 19.300 millones de dólares, por debajo de las proyecciones de Wall Street. Además, las entregas de vehículos disminuyeron un 13%, totalizando 336.681 unidades, en lo que ha sido su trimestre más débil desde 2022.
En su informe, la compañía mencionó que factores como la inestabilidad en los sectores automotriz y energético, junto con cambios rápidos en políticas comerciales, están afectando tanto su cadena de suministro como su estructura de costos. A esto se suma el impacto del “cambio de sentimiento político”, que podría influir en la demanda de productos a corto plazo.
El deterioro de la imagen pública de Musk —relacionado con su acercamiento a figuras políticas polarizadoras en EE. UU. y Europa— ha derivado en protestas y llamados al boicot que, según analistas, han dañado la percepción de la marca.
A pesar de una ligera recuperación en bolsa tras la publicación de resultados, las acciones de Tesla acumulan una pérdida superior al 40% desde los máximos alcanzados a comienzos de año, superando la caída de otras empresas afectadas por las tensiones comerciales actuales.