Un nuevo frente de fuego amenaza comunidades mientras los fuertes vientos complican los esfuerzos de contención.
Un incendio forestal, conocido como Hughes, se desató esta mañana en las montañas al norte de Los Ángeles, California, obligando a emitir órdenes de evacuación para comunidades cercanas al Lago Castaic. El fuego ha consumido rápidamente 9 kilómetros cuadrados de vegetación, impulsado por fuertes vientos y condiciones climáticas adversas.
Las llamas generaron una densa columna de humo visible desde kilómetros de distancia, mientras equipos terrestres y aviones cisterna trabajaban incansablemente para contener su avance. Como medida preventiva, se cerraron rampas de la autopista interestatal 5, una de las principales arterias de transporte, mientras las llamas alcanzaban escarpados cañones y colinas.
Preparativos ante nuevas amenazas climáticas
Aunque los bomberos han logrado avances significativos contra los incendios Eaton y Palisades, que llevan semanas activos y han dejado un rastro de destrucción con 28 víctimas mortales y más de 14,000 estructuras arrasadas, las condiciones siguen siendo críticas. Los fuertes vientos de Santa Ana y la vegetación seca han complicado la labor, mientras se pronostican lluvias para el fin de semana.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, emitió una orden ejecutiva para acelerar la limpieza de áreas quemadas y prevenir posibles deslizamientos de tierra, una amenaza real ante las lluvias previstas. Las autoridades del condado han implementado medidas de control de inundaciones y reforzado infraestructuras en zonas vulnerables.
Un llamado a la prevención
Los residentes han sido instados a preparar kits de emergencia y revisar sus planes de evacuación. Además, la calidad del aire es motivo de preocupación. Según la directora de salud pública del condado, Barbara Ferrer, las cenizas contienen materiales tóxicos que pueden generar problemas respiratorios y cutáneos. Se recomienda el uso de equipos de protección durante las tareas de limpieza.
A pesar de los desafíos, el esfuerzo coordinado entre bomberos, autoridades y la comunidad continúa para minimizar los impactos del fuego y proteger a las personas afectadas.