El Tribunal de Apelaciones de Nueva York negó la solicitud del expresidente Donald Trump para bloquear la imposición de sentencia en el caso donde enfrenta acusaciones por falsificación de registros financieros. Este fallo deja a la Corte Suprema de los Estados Unidos como su última oportunidad para evitar la audiencia programada.
El juez Juan M. Merchan, quien presidió el juicio en mayo donde Trump fue declarado culpable de 34 delitos graves, ya ha señalado que no se impondrán penas de cárcel, multas ni libertad condicional. Sin embargo, los abogados del expresidente insisten en que la condena afectará de manera significativa su papel como presidente electo y su preparación para asumir el cargo en enero.
El Caso y los Argumentos
El equipo legal de Trump presentó una petición urgente, argumentando que la Constitución garantiza una pausa automática mientras se procesan las apelaciones. Según sus abogados, avanzar con la sentencia ahora podría impactar negativamente la transición presidencial y distraer a Trump de sus deberes.
Por otro lado, los fiscales aseguran que no existen fundamentos legales para detener el proceso. Señalan que la audiencia, que será breve, no interferirá con las obligaciones de Trump. Además, argumentan que las condenas están relacionadas con asuntos personales y no con actos presidenciales, como lo determinó previamente la Corte Suprema.
La jueza Sonia Sotomayor, quien supervisa apelaciones de emergencia en Nueva York, será la encargada de decidir si la Corte Suprema interviene en este caso.