El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, cuestionó la estrategia de seguridad implementada por el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, conocida como “abrazos, no balazos”, calificándola como ineficaz. Durante una conferencia de prensa, Salazar señaló que negar la gravedad de la situación no ayuda a resolver el problema de la violencia en el país.
El diplomático criticó la decisión del expresidente de rechazar más de 32 millones de dólares en apoyo de seguridad por motivos ideológicos, lo que, según él, afectó la coordinación entre ambos países. También instó a la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, a fortalecer la cooperación con Estados Unidos para enfrentar el crimen organizado y mejorar los sistemas de justicia y seguridad.
En su intervención, Salazar destacó los recientes enfrentamientos en Sinaloa, donde el hallazgo de varios cuerpos desmembrados evidenció la gravedad de la violencia. También recordó que la falta de colaboración tras la detención de líderes del cártel de Sinaloa en Texas en julio complicó aún más la relación bilateral.
Aunque reconoció los esfuerzos de la presidenta Sheinbaum en la prevención mediante programas sociales, el embajador insistió en que se necesita inversión en seguridad, mejores salarios para policías y un sistema de justicia funcional para combatir la impunidad.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México respondió con una nota diplomática, expresando su “extrañamiento” por los comentarios del embajador. Mientras tanto, el Senado mexicano aprobó una reforma que otorga nuevas atribuciones a la Guardia Nacional en temas de investigación, aunque expertos señalan que la medida requerirá recursos y supervisión ciudadana para ser efectiva.