El gobierno de Estados Unidos ha impuesto sanciones a un líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de Sudán, acusándolo de liderar esfuerzos para adquirir armamento destinado a un conflicto que lleva 17 meses en curso y que ha dejado más de 20,000 muertos, devastando el noreste de África.
El Departamento del Tesoro identificó a Algoney Hamdan Daglo Musa como la persona responsable de controlar Tradive General Trading LLC, una empresa fachada con sede en Emiratos Árabes Unidos. Según las autoridades estadounidenses, esta compañía ha estado involucrada en la importación de vehículos que luego fueron adaptados con ametralladoras para ser utilizados por las FAR en sus operaciones en Sudán. Algoney es hermano del líder del grupo paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo.
El enfrentamiento entre el ejército sudanés y las FAR comenzó en abril de 2023 en Jartum, la capital, y rápidamente se extendió a otras regiones del país. El Departamento del Tesoro destacó que las acciones de Algoney han contribuido directamente al prolongado asedio de las FAR en El Fasher, capital del estado de Darfur del Norte, agravando la crisis humanitaria en la zona.
“Mientras la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas y la Unión Africana, claman por el fin del conflicto, figuras clave de ambos bandos, como Algoney Hamdan Daglo Musa, siguen facilitando el suministro de armas para perpetuar ataques y cometer atrocidades contra la población civil”, señaló Bradely T. Smith, subsecretario en funciones del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Las sanciones impuestas significan que todas las propiedades e intereses de Algoney en EE.UU., o que estén bajo control de ciudadanos estadounidenses, han sido bloqueadas y deben ser reportadas al Departamento del Tesoro. Además, cualquier entidad que esté asociada directa o indirectamente con él también queda sujeta a estas restricciones.
En un esfuerzo previo por presionar a las partes en conflicto, EE.UU. impuso restricciones de visado a altos mandos del ejército sudanés y las FAR el año pasado. La Casa Blanca también anunció la implementación de sanciones contra empresas de defensa involucradas en la prolongación de la violencia en Sudán.
El conflicto ha provocado la huida de más de 13 millones de personas de sus hogares y ha sido marcado por graves violaciones a los derechos humanos, incluidas violaciones masivas y asesinatos con motivaciones étnicas. Organizaciones internacionales, así como Naciones Unidas, han calificado estas acciones como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, agravando aún más la situación en la región.