A pesar del auge de ofertas anticipadas y del comercio en línea, el Black Friday mantiene su posición como el inicio no oficial de la temporada navideña. Tanto en Estados Unidos como en otros países, sigue siendo un día clave para atraer a los consumidores, ya sea a tiendas físicas o a plataformas digitales.
Un evento que marca tendencia
Para los minoristas, el día posterior a Acción de Gracias sigue siendo estratégico para impulsar las ventas. Con promociones exclusivas y descuentos masivos, el objetivo es animar a los compradores a realizar adquisiciones significativas, especialmente en un contexto donde las compras en línea dominan. Sin embargo, el encanto de la experiencia presencial sigue siendo fuerte para muchos consumidores, quienes buscan interactuar con los productos antes de comprar.
Emily Phillips, residente de Texas, lo explica así:
“Prefiero comprar en persona porque puedo probar las cosas. Es una experiencia más completa”.
Un desafío financiero en medio de la inflación moderada
Aunque los analistas prevén un crecimiento moderado en las ventas navideñas este año, las presiones financieras y el menor tiempo entre Acción de Gracias y Navidad están desafiando a los minoristas. Tiendas como Best Buy y Target han implementado estrategias innovadoras, como ofertas extendidas y productos exclusivos, para mantenerse competitivas.
Por ejemplo:
- Mall of America: Regala tarjetas de $25 a los primeros visitantes.
- Target: Ofrece un libro exclusivo de la gira Eras de Taylor Swift disponible solo el Black Friday.
- Best Buy: Extiende los “doorbusters”, descuentos relámpago, hasta finales de diciembre.
Compras impulsivas: el gran motor del consumo
Los compradores tienen tres veces más probabilidades de adquirir productos por impulso en tiendas físicas que en línea, según Circana. Esto representa una oportunidad significativa para aumentar ingresos, especialmente en categorías como tecnología, juguetes y artículos de uso personal.
Walmart, por su parte, ha logrado capitalizar esta tendencia con un sólido desempeño en juguetes y artículos esenciales, mientras que Target enfrenta retos al depender más de productos no esenciales.