La arquidiócesis católica de Baltimore, Maryland, se ha declarado en bancarrota dos días antes de que una nueva ley permita las demandas por abuso sexual sin que importe el tiempo transcurrido desde los crímenes.
El arzobispo William Lori indicó que la decisión permitirá “que la arquidiócesis de forma equitativa compense a las víctimas sobrevivientes de abuso sexual infantil, y asegure que la Iglesia pueda continuar su misión y su ministerio”.
Lori señaló que la arquidiócesis encara un gran número de demandas legales por abuso sexual contra menores que antes estaban impedidas por la ley de caducidad.
El abogado Jeff Anderson, de una firma legal en St. Paul, Minnesota, que ha representado a víctimas de esos abusos, señaló que la decisión de declarar la bancarrota sirve “para ocultar los activos (de la arquidiócesis) y ocultar la verdad a los sobrevivientes que fueron abusados por miembros del clero”.
Una nueva ley aprobada por la Asamblea General de Maryland en abril y que entra en vigor el domingo 1 de octubre elimina el estatuto de caducidad y permite las demandas legales por los abusos sin límite de tiempo.
La Fiscalía General de Maryland ha publicado un informe de 456 páginas que identifica a 158 clérigos, maestros, seminaristas y diáconos que en la arquidiócesis de Baltimore supuestamente abusaron de más de 600 menores de edad desde la década de 1940.