Por Sala de Redacción de “Nuestra Comunidad”
OKLAHOMA CITY. – ´´El 6 de enero, sin duda, pasará a ser el día más oscuro en la historia contemporánea de los Estados Unidos´´ dijo el presidente de Hispanic Action Coalition, Franco Cevallos. Este día será recordado como el día en que un grupo de terroristas domésticos, incitados por la falsa e incendiaria retórica de su irresponsable presidente y adoptada por algunos inconscientes legisladores republicanos, asaltó la sede del gobierno tratando de bloquear una elección democrática libre y justa.
En la tórrida sesión, luego de superado el incidente, el candidato triunfador de las elecciones, Joe Biden, fue declarado ganador de las elecciones del 3 de noviembre y realizó su Juramento a su cargo el 20 de enero.
La juramentación resolvió el asunto de reclamos infundados de fraude masivo hechos por el desquiciado y malévolo presidente saliente, Donald Trump, legisladores republicanos y tercos e ignorantes seguidores del presidente que ignoraron todos los conteos que desmintieron las falsas e infundas aseveraciones, pero no eliminó el cáncer del alma de la nación, el mismo que es un cáncer de deshonestidad y corrupción. Incluso después de los disturbios, los cinco deshonestos miembros de la delegación de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por el Estado de Oklahoma: Kevin Hern, Markwayne Mullin, Frank Lucas, Tom Cole y Stephanie Bice, persistieron en objetar los resultados de las elecciones, negándose a aceptar el proceso democrático basado en una narrativa falsa.
En el momento en que el Senador James Lankford, decía que objetaba los resultados y estaba explicando sus razones en el Senado, los terroristas forzaron el fin del proceso. Una vez que se hubo disipado el humo y calmados los ánimos, Lankford, anunció que era hora de “unirse y votar para certificar los resultados de las elecciones”. Tenía razón, pero sus comentarios anteriores arrojaron el peso de su manchada reputación en el fuego que finalmente amenazó con consumir la democracia estadounidense. Hern calificó a los disturbios como criminales y peligrosos, pero persistió en los esfuerzos por retrasar el proceso del Colegio Electoral bajo la falsa premisa de que había irregularidades legítimas en la votación que debían ser investigadas. “La santidad de nuestras elecciones es fundamental para la función de nuestro gobierno”, dijo el irracional Hern. ´´Estamos de acuerdo. Deseamos que sus acciones coincidan con ese lenguaje´´ dijo Tom Cole, que se opuso al proceso del Colegio Electoral en nombre de sus ignorantes y engañados electores. “Los votantes que represento no están preocupados por la imparcialidad de las elecciones en Oklahoma. Sin embargo, están preocupados por la equidad y la transparencia en otros Estados”, añadió el Representante Estatal, su deber como congresista es representar y liderar. Cuando algunos de sus electores le dicen que desafíe sus deberes constitucionales, debe decirles que no. Como los demás, Bice no toleró los disturbios y dijo que no estaba tratando de revertir las elecciones. “Permítanme ser clara: mi voto representó mi deseo de garantizar la seguridad de las elecciones en todo el país, no de anular una elección”, dijo la novicia Bice.
La elección fue segura y transparente, pues la misma fue objeto de tres reconteos y el trabajo de todos los miembros del Congreso, era recibir los votos del Colegio Electoral y certificar al nuevo presidente. En una entrevista mediática, el inconsciente Mullin minimizó la culpabilidad del presidente por lo sucedido: “Algunas personas dicen que el presidente es responsable. Absolutamente no´´.
El único representante constitucional del Estado que no se pronunció en contra de la legítima elección fue el senador estadounidense Jim Inhofe, quien dijo que la Constitución del país le exigía validar un resultado del Colegio Electoral que no le gusta.
Ante los lamentables actos de terrorismo en contra de la democracia que culminaron en la muerte de 6 personas, que incluyen a un policía del Capitolio, el asalto lascivo a 80 oficiales, la destrucción de este templo de la libertad y actos que pudieron ser agravados con la muerte de la congresista y moderadora de la cámara de representantes del congreso, Nancy Pelosi y del vicepresidente Mike Pence, miles de constituyentes ha expresado su deseo de que los legisladores de Oklahoma sean responsabilizados por faltar al juramento que hicieron, cual es de defender la Constitución de los Estados Unidos y por traición a la patria; su destitución o renuncia debe ser contemplada de carácter inmediato porque, sus irresponsables y antidemocráticas acciones no representan los valores de los ciudadanos honestos y conscientes de Oklahoma.