Leópolis — La infraestructura energética de Ucrania ha mostrado una notable capacidad de resistencia ante la más reciente serie de ataques lanzados por Rusia. A pesar de los daños en instalaciones clave, el suministro de electricidad fue restablecido rápidamente en la mayoría de las zonas afectadas, evitando apagones prolongados y garantizando energía para millones de hogares.
A diferencia de situaciones anteriores, cuando ciudades enteras quedaron a oscuras durante varios días, el sistema eléctrico ucraniano no colapsó. Las interrupciones temporales registradas en regiones como Kiev y Odesa fueron solucionadas en pocas horas. Ciudades como Leópolis no experimentaron cortes.
De acuerdo con el especialista en energía Volodímir Omelchenko, esta mayor estabilidad se debe a una infraestructura más preparada, al apoyo internacional y al fortalecimiento de las defensas aéreas. Además, las reparaciones han sido más eficaces y la demanda de electricidad se mantiene moderada debido a la reducción de la actividad industrial.
Un elemento clave ha sido el funcionamiento ininterrumpido de los reactores nucleares bajo control de Kiev, que operan al máximo de su capacidad tras trabajos de mantenimiento. Rusia ha evitado atacar estas instalaciones, concentrándose en otros puntos estratégicos. También destaca la instalación de 1,2 gigavatios de generación descentralizada, más difícil de alcanzar que las plantas tradicionales. Este sistema, junto con nuevos acumuladores de energía, ha permitido mantener el suministro estable incluso bajo presión.
No obstante, proteger infraestructuras críticas sigue siendo un reto. Las estructuras defensivas son más efectivas frente a drones que ante misiles de gran impacto. El presidente Volodímir Zelenski ha pedido a las autoridades locales reforzar la protección de las instalaciones energéticas. Técnicos y miembros de la defensa aérea reconocen que, aunque el riesgo persiste, la respuesta ante los ataques ha mejorado notablemente.
El viceministro de Energía, Artem Nekrasov, advirtió que las tácticas rusas están cambiando: ahora concentran un mayor número de misiles y drones en menos objetivos, sobre todo en zonas fronterizas. Frente a esto, el Gobierno ucraniano ha solicitado más apoyo en defensa aérea y equipos estratégicos para minimizar futuros daños y mantener la estabilidad de su red eléctrica durante el invierno.
