El pasado sábado, un inesperado incidente sacudió el Highfield Festival, celebrado a orillas del lago Stoermthaler, cerca de Leipzig, Alemania. Una rueda de la fortuna, atracción emblemática del evento musical, se convirtió en escenario de un alarmante incendio que dejó como saldo más de una veintena de personas afectadas.
Según informes preliminares, las llamas se originaron en una de las góndolas del juego mecánico, propagándose rápidamente a una segunda cabina. El siniestro, cuyas causas aún se investigan, provocó una situación de emergencia que requirió la intervención inmediata de equipos de rescate y autoridades locales.
El balance provisional indica que al menos 23 individuos resultaron heridos. Entre las víctimas se cuentan cuatro personas con quemaduras y una más que sufrió lesiones al caer. Adicionalmente, varios socorristas y agentes policiales fueron atendidos por posible inhalación de humo.
A pesar de la gravedad del incidente, el operador de la atracción aseguró que la góndola donde se inició el fuego se encontraba vacía en el momento del suceso, lo que evitó una tragedia mayor.
Las autoridades continúan recopilando información para esclarecer los detalles del accidente. Mientras tanto, la comunidad local y los asistentes al festival permanecen conmocionados por este dramático giro de eventos que ha ensombrecido la celebración musical.
Este incidente subraya la importancia de la seguridad en eventos masivos y plantea interrogantes sobre los protocolos de prevención en atracciones de feria. Sin duda, las lecciones aprendidas de este suceso servirán para reforzar las medidas de seguridad en futuros festivales y eventos similares.