El posible visto bueno de Washington para que Ucrania utilice misiles estadounidenses de largo alcance en territorio ruso ha generado reacciones divididas en la comunidad internacional. Mientras el Kremlin advierte que esta medida podría intensificar las tensiones, países como Alemania y Polonia han aplaudido la decisión reportada por medios estadounidenses. Por su parte, China ha pedido enfriar la situación para evitar una escalada del conflicto.
Aunque la Casa Blanca no ha confirmado oficialmente la autorización, fuentes citadas por medios como The New York Times y The Washington Post afirman que el permiso incluiría el uso de misiles ATACMS, capaces de alcanzar hasta 300 kilómetros. Según estas fuentes, el alcance inicial estaría limitado a la región de Kursk, lo que el Kremlin ha calificado como una “provocación” que llevaría el conflicto a una nueva fase de tensión.
En respuesta, el portavoz Dmitri Peskov señaló que esta autorización, de confirmarse, significaría una mayor implicación de Estados Unidos en el conflicto. Además, recordó las declaraciones previas del presidente Vladimir Putin, quien amenazó con armar a enemigos de Occidente si se permitían ataques en suelo ruso.
Mientras tanto, aliados europeos de Ucrania han celebrado el posible anuncio. Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, calificó el apoyo como “esencial en este momento”. Por su parte, el presidente polaco Andrzej Duda manifestó que Ucrania necesita los medios necesarios para defenderse eficazmente. Desde la Unión Europea, Josep Borrell también respaldó la medida.
En contraste, China ha pedido moderación. Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, instó a reducir las tensiones y enfriar la situación lo antes posible para evitar un mayor deterioro en la región.
Aunque aún no hay un anuncio oficial por parte de la Casa Blanca, las declaraciones y posibles implicaciones de este movimiento mantienen al mundo atento a los próximos pasos de las potencias involucradas.